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“Y cuando vino la hora de sexta, fueron hechas tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora de nona.
Y a la hora de nona, exclamó Jesús a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabachtani? Que declarado, quiere decir: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?... Mas Jesús, dando una gran voz, expiró” (Marcos 15:33,34 y 37). |